¿Cómo verificar las fuentes y los contenidos en Internet? 9 maneras de hacerlo

[Actualización del 23/01/2021]

Verificar las fuentes es sinónimo de profesionalidad y credibilidad. La información y los contenidos corren a gran velocidad hoy en Internet y se dan muchos casos de Fake News. En este artículo te voy a enseñar a verificar las fuentes y los contenidos que ves en Internet.

VERIFICAR LAS FUENTES

La práctica de nutrirse de contenidos buscados en Internet es cada vez más usada, tanto para su uso a la hora de abastecer o generar investigaciones, e incluso para crear argumentos sólidos en publicaciones en prensa o de los medios de comunicación.

Y aunque Google pueda ofrecernos en cuestión de segundos opiniones e informaciones, ninguna de ellas ha pasado un control o auditoría de verificar las fuentes. Por ello, conviene que desde un primer momento, seamos lo más escépticos posibles cuando encontremos o recibamos una información originaria de una web.

7 formas de verificar las fuentes y saber que son de confianza

Saber si una fuente de datos es de confianza es muy importante, aunque a menudo pasa por alto para muchos.

Algunas fuentes de datos tienen credibilidad instantánea, tales como los boletines oficiales del Gobierno o los Ministerios. Sin embargo, pueden también llegarnos datos relativos a dichas instituciones desde organismos que no estén directamente relacionados.

Por este motivo, conviene que siempre determinemos cómo será de fiable la información que haya llegado a nuestras manos. ¿Cómo podemos hacer esa verificación?

Te comparto 7 maneras de validar los contenidos de Internet:

1) Buscar en Google Scholar.

Si tu miedo es utilizar una fuente poco confiable en tu trabajo académico, entonces debes asegurarte de usar solo fuentes académicas. Y la mejor forma de buscarlas es utilizando Google Scholar.

Google Scholar te permite buscar artículos y libros de texto completamente gratuitos y también fuentes de pago a editoriales académicas, universidades y depositarios.

El servicio es gratuito y te proporcionará fuentes impresas y digitales. Enumerará las citas y te proporcionará enlaces a revistas académicas revisadas por pares, resúmenes, informes técnicos y mucho más.

2) Comprueba las estadísticas.

La información que estás leyendo puede estar basada en estadísticas y, sin embargo, no hay ninguna referencia a dichas estadísticas o estudio que las corrobore. Entonces deberías encender tu alarma.

Por supuesto, algunos temas no necesitan depender de datos, pero los artículos con demasiadas ideas genéricas y sin ejemplos tangibles no deben tomarse en consideración para propósitos serios.

También puedes buscar los datos que necesitas y ver si coinciden con los que dice el autor. Si no es así, simplemente ignóralo y trátalo como entretenimiento.

3) Hay que tener en cuenta dónde se publican los datos.

Los datos publicados en una revista mensual, otros periódicos o una publicación del gobierno pueden tener más credibilidad que los datos publicados por otros tipos de organizaciones. Pueden ser una buena fuente de datos siempre que se aborden con precaución.

4) Echa un vistazo al autor del contenido así como al análisis de sus datos.

Verifica las credenciales del autor del texto que estás leyendo y busca información sobre él en Google. Echa un vistazo a lo que ha escrito antes, comprueba qué tipo de credenciales tiene.

Mira si tienen una web, una cuenta de Twitter y un perfil de LinkedIn. Toda esta información se volverá muy relevante si estás tratando de averiguar su credibilidad como escritor.

Con respecto al análisis de sus datos, puede que el autor que la información no tenga un sesgo particular, pero la organización que financia dicha recopilación de datos podría haberlos sesgado.

5) ¿Se proporciona información de contacto?

Si la única identificación disponible de los autores o de la página web es reticente a ser conocida, sospecha de la fiabilidad de la página.

Muchas webs ofrecen contenido valioso sin mencionar al autor. Entonces, ¿cómo puedes estar seguro de lo que dicen? En este escenario, debes evaluar la web en sí y la empresa que la respalda.

Si detrás de la web existe una persona u organización de buena reputación, debe haber algún email o página de contacto.

6) ¿Se corresponde el medio con el contenido publicado?

Hay medios que aglutinan información de sectores muy dispares ofreciendo contenido excesivamente variado sin profundizar en ninguna temática.

Si, por ejemplo, tienes un blog de marketing digital y seo, lo ideal para ganar credibilidad es seguir una misma línea temática sin hablar de cocina o maternidad en este caso.

7) La frecuencia de publicación en la web.

Comprueba el ritmo de publicación de la web en donde has visto la referencia. Verifica si es una página que se actualiza constantemente o simplemente tiene picos de actualización. En este último caso, desconfía.

8) ¿Cuál es el propósito de la página?

¿Se ha publicado algo como información, como un servicio público, como una fuente de noticias, como herramienta de investigación para académicos, o todo lo contrario, como una forma de llamar la atención?

9) ¿Es una web profesional en su apariencia y calidad de contenido?

Comprueba si existen errores tipográficos y gramaticales. También verifica que enlazan a webs de calidad como referencia en sus artículos.

Una guía especializada

Muchos son los periodistas que hablan sobre el tema e intentan alertar de estas prácticas en los medios de comunicación.

Una guía interesante para gestionar las fuentes y su verificación es la de Silvia Cobo en su libro “Internet para periodistas, kit de supervivencia para la era digital” (este es un enlace de descarga libre).

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3 comentarios en “¿Cómo verificar las fuentes y los contenidos en Internet? 9 maneras de hacerlo”

  1. Toda esta checklist está de lujo para los desarrolladores y nuestros sitios web en general.

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